miércoles, 2 de mayo de 2012

¿Para qué enseñar? ¿Para qué aprender?


Día a día me enfrento a mis alumnos y en varias ocasiones veo la desmotivación que tienen para aprender, por lo que me lleva a pensar y repensar como afrontar la clase con diferentes ideas para que traten de superar ese obstáculo.

Como docente me evalúo si los alumnos reciben adecuadamente lo que transmito y trato no sólo de evaluarlos en los escritos o cuando pasan al pizarrón, sino cuando nos encontramos en el pasillo o en el patio; a veces con una simple frase ya me basta para saber si tienen dudas con la clase o no les gusta la materia.

Tengo la firme convicción que si puedo transmitirles a mis alumnos parte del conocimiento de la asignatura y sobre todo transmitir valores, reglas de conducta o simplemente un sentimiento, me siento afortunada.

Sigo pensando que enseñar no es sólo la asignatura, sino un cúmulo de pequeñas cosas que forman un todo y que poco a poco van modelando el conocimiento que tienen los alumnos.

Hay que inculcarles que todo conocimiento es válido para la vida, que lo hoy aprendido no es porque a nosotros se nos antoja, sino que es para que se desarrollen en un futuro, ya sea en un trabajo o en la vida.


No hay ninguna edad en la que el ser humano termine de construirse para llegar a ser autónomo; un esfuerzo semejante se prolonga a lo largo de toda su existencia.
(Henri Hartung)

martes, 1 de mayo de 2012

Lo que vale la pena

Hace días que tengo pendiente entrar al blog y comentar la experiencia que tuve en cuanto al desafío que se nos planteaba.

He observado que muchos de mis alumnos tienen muchas ganas de conversar de temas no curriculares y además de ello tienen grandes "baches" en temas de información general, por llamarlo de alguna forma.

Por eso pensé, en un tomar unos minutos al final de mi clase, con alumnos de bachillerato de informática, para hablar de las cosas que "valían la pena" para ellos.

Mi idea era poder plantearles que hicieran algún trabajo especial, pero la charla se fue dando tan animadamente que me pareció de mayor productividad dejar que ellos se expresaran libremente, sin la presión de que tenían que hacer una tarea.

Al principio de la conversación, les pregunté al pasar, cómo se verían ellos dentro de 10 años, es decir, con unos 26 años o más.

Me quedé sorprendida porque sólo un par de ellos dijo que estarían recibidos de ingenieros de sistemas (que es la opción terciaria que tienen al salir del bachillerato de informática). La mayor parte de la clase se imaginó estar trabajando de técnico en informática, (es la opción que tienen al salir del bachillerato). También hubieron 4 ó 5 que no sabían que iban a hacer, que la informática no era lo de ellos, pero pensaban que como era UTU iba a ser más fácil terminar el bachillerato ya que sus padres se lo exigían.

Tienen además el signo de pesos marcado en la frente y al rojo vivo, quieren ganar mucho sin el menor esfuerzo, no tienen conocimiento del costo de vida. Creen que se pueden ir a vivir solos y mantenerse con un sueldo de principiante.

Otra cosa sorprendente: ninguno dijo que quería formar una familia y destacarse en su profesión, muy atrás quedó aquello de que quiero tener mi casa, mi auto, ser un profesional de primera y tener una familia grande, o por lo menos una familia.

Se que son adolescentes que todavía sueñan con ser la estrella de fútbol o la cantante famosa, con los estereotipos que nos muestran los medios cada día, pero: ¿no tienen expectativas por superarse? ¿no quieren ser el mejor de su clase? ¿no ambicionan tener una vida decorosa? ¿y los valores familiares donde están?

Realmente estoy bastante preocupada por la juventud de hoy en día, porque realmente no tienen grandes ambiciones, y no me refiero a económicas, sino personales. 

Lo que para ellos vale la pena es ser reconocido por sus pares, ser "cool" y con eso basta. 

¿Estamos evolucionando como sociedad o al revés? Es un largo tema para debatir.